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lunes, 17 de marzo de 2014

Felizmiento o decálogo de la felicidad I

Querid@ blogger,

Durante mis adolescencia solía escribir diarios semanalmente… hasta el día en el que
una guitarra cayó en mis manos. No sé qué fue peor..

Entre algunas páginas encontré una serie de decálogos donde escribía cosas para pasar con la mayor felicidad posible, os paso alguno:

Cada día de tu vida…

1. Despiertáte escuchando un monólogo del club de la comedia.

2. Date un beso y un abrazo.

3. Llama un amigo y escúchale sus problemas.

4. Intenta ayudar a alguien, por ej: métete en un foro de gente deprimida y dales ánimos. Al principio cuesta un poco, y más si tú también estás deprimido, pero luego te sientes mejor.

5. Dedícale mucho tiempo a hacer algo que te resulte placentero.

6. Planea algo para el finde semana, no importa que luego no lo hagas.

7. Aprende a hacer algo nuevo que nunca olvides, por ejemplo, a cocinar una paella o aceptar que el chic@ que te gusta no te quiere pero vas a conocer a otr@ mucho más guap@ .

8. Descubre una canción que sea tu canción favorita hasta el momento y escúchala hasta que puedas cantarla, descubre a alguien también.

9. Come fruta

10. Sonrié todo el tiempo, aunque sólo sea con la boca.

                                                               
                                                                 

Mi nueva guitarra

Querid@ blogger:´
 
tengo el gusto de presentarte a mi nueva guitarra, Mary Waters, adquirida en la
tienda de guitarras vintage de segunda mano Headbangerstore.
 
 
 
 
 
       Qué bonita eres!  pareces una planta más.
                      
         sé que como tú, estoy pasada de moda,
 
   pero no importa, así es como quiero ser.
 
Me gusta quedarme a solas contigo y contarte cosas
 
que nadie puede saber.
 
Guitarra framus Vintage Mary Waters

miércoles, 12 de marzo de 2014

Mi primer verso




Querid@ blogger,

hoy me vino a la cabeza la melodía de la primera canción que escribí. Tenía 6 años de edad y era para decorar la escena de una obra de teatro que me había inventado, tremendamente mala, por cierto.

Recuerdo hacer de narradora y  de describir la acción con los brazos.

El estribillo decía algo así:

Cállate mi niño lindo, cállate niño travieso, cállate que si no duermes

no te voy dar un beso.
 
Y no merece la pena recordar nada más.
 
Feliz día!